Los recursos literarios son el conjunto de figuras y recursos que emplea un escritor para embellecer el texto que escribe.
El uso de estos recursos literarios es característico de las obras literarias, sin embargo, pueden aparecer también en otro tipo de textos como en
el lenguaje publicitario, en algunos textos periodísticos y en la lengua coloquial.
De su estudio se ha encargado tradicionalmente la retórica.
De su estudio se ha encargado tradicionalmente la retórica.
Hay tres grandes grupos:
Los recursos fónicos son aquellos que juegan con la forma de percibir las palabras en el ámbito oral. Entre ellos destacan:
- Aliteración: Repetición de dos o más sonidos iguales —o parecidos— en palabras consecutivas:
«A las aladas almas de las rosas [...]»
(Miguel Hernández)
(Miguel Hernández)
- Onomatopeya: Consiste en la creación de una palabra por imitación de un ruido, a veces se considera variante de la aliteración:
«No podía escuchar nada en clase con el runrún de su conversación.»
- Paronomasia: Consiste en emplear palabras que tienen significados diferentes pero sonidos parecidos:
«El erizo se irisa, se eriza, se riza de risa [...]»
(Octavio Paz)
(Octavio Paz)
Los recursos morfosintácticos juegan con la sintaxis y con las palabras para adornar un mensaje. Los hay de tres tipos:
- De supresión: Eliminan una parte del texto. Destacan:
- Asíndeton: Con el empleo de este recurso se omiten las conjunciones del texto:
«[...]en tierra, en humo, en polvo, en nada.»
(Luis de Góngora)
(Luis de Góngora)
- Elipsis: Omite una o más palabras que se sobreentienden:
«[...]los montes nos ofrecen leña de balde; los árboles, frutos;
las viñas, uvas.»
(Miguel de Cervantes)
(Miguel de Cervantes)
- De adición: Añaden elementos al texto:
- Anáfora: Repite una o varias palabras al inicio de cada verso:
«...después no puedes hacer nada
ni dar cuerda al reloj,
ni despeinarte,
ni ordenar los papeles.»
(Gloria Fuertes)
- Derivación: Intensificación mediante la acumulación de palabras de la misma familia:
«Temprano madrugó la madrugada [...]»
(Miguel Hernández)
- Enumeración: Consiste en acumular elementos mediante la coordinación, conjunciones o yuxtaposición:
«Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso.»
(Lope de Vega)
- Epanadiplosis: Con su uso se repite al principio y al final de una oración la misma palabra:
«Zarza es tu mano si la tiento, zarza,
ola tu cuerpo si lo alcanzo, ola. [...]»
(Miguel Hernández)
- Polisíndeton: A diferencia del asíndeton, el polisíndeton emplea repetidamente las conjunciones:
«Hay un palacio y un río y un lago y un puente viejo,
y fuentes con musgo y hierba alta y silencio... un silencio.»
(Juan Ramón Jiménez)
- Similicadencia: Consiste en repetir palabras que finalizan con verbos conjugados en el mismo tiempo verbal y en la misma persona:
«Montes de agua lo combaten;
vientos opuestos lo azotan;
ardientes rayos lo alumbran,
continuos truenos lo asordan.»
(Mariano José de Larra)
- De orden: Emplean la alteración del orden sintáctico natural de la oración para embellecer el texto:
- Hipérbaton: Supone la alteración del orden lógico de la oración:
«Manitas de los niños,
manitas pedigüeñas,
de los valles del mundo
sois dueñas.»
(Gabriela Mistral)
- Paralelismo: Repite construcciones para conseguir que la oración sea rítmica:
«Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios mi libertad.»
(José de Espronceda)
- Quiasmo: Se trata de un paralelismo cruzado, es decir, repite una estructura sintáctica; los elementos que aparecen en la primera parte se repiten en el orden inverso en el siguiente:
«Ni son todos los que están, ni están todos los que son.»
Los recursos léxico-semánticos utilizan el léxico para transformar un mensaje. Entre ellos se encuentran los siguientes:
- Antítesis: Es la oposición de una palabra o frase a otra que es su contraria:
«Los niños van por el sol
y las niñas, por la luna.»
(Juan Agustín Goytisolo)
- Paradoja: Expresa un concepto asociando dos ideas contradictorias:
«Esto es ser hombre: horror a manos llenas.
Ser y no ser eternos, fugitivos.
¡Ángel con grandes alas de cadenas!.»
(Blas de Otero)
- Ironía: Expresa lo contrario a lo que se dice:
«¡Qué buen día hace hoy!»
Si llueve.
- Hipérbole: Consiste en exagerar:
«Tanto dolor se agrupa en mi costado
que, por doler, me duele hasta el aliento».
(Miguel Hernández)
- Metáfora: Cambia el significado de dos palabras similares con finalidad estética:
«A Dafne ya los brazos le crecían,
y en luengos ramos vueltos se mostraba;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos que el oro escurecían.»
(Garcilaso de la Vega)
- Metonimia: Consiste en intercambiar un concepto por otro aludiendo a una relación entre ambos:
«[...] Cuando las estrellas clavan
rejones al agua gris [...]»
(Federico García Lorca)
- Sinécdoque: Intercambia el todo por la parte o viceversa:
«Se querían.
Sufrían por la luz, labios azules en la madrugada,
labios saliendo de la noche dura,
labios partidos, sangre, ¿sangre dónde?.»
(Vicente Aleixandre)
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